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Netflix no negocia con terroristas

"Orange is the new black" es una de esas grandes series originales de Netflix que es seguida por millones de personas a lo largo del mundo, y la semana pasada fue "robada" de los servidores de Larson Studios, empresa encargada de las post-producción de la serie. El robo no quedó solo en eso, y los hackers perpetradores lanzaron un ultimátum a Netflix: si no se les pagaba cierta cantidad de dinero, harían pública la temporada antes de la fecha de estreno. 

Netflix no negocia con terroristas

En estos tiempos que corren, donde la llamada "piratería" se encuentra en una etapa de demonización generalizada, y los servicios de "streaming" son la nueva moda (y con motivos), queda claro que quienes hayan intentado esta movida chantajista se quedaron estancados en algún lugar del pasado donde estas "filtraciones" podían dañar de alguna manera a las grandes empresas productoras. También, desde el bando de los analistas pagados por Netflix se demostró cierta ingenuidad a la hora de argumentar los porques de la respuesta final. La única certeza que teníamos todos fue acerca de la respuesta final de Netflix a la amenaza. Un rotundo y claro NO.

Por supuesto, esto llevó a que el grupo de hackers subiera en consecuencia, la quinta temporada completa en un famoso sitio de torrents y se descargara a mansalva durante todo el fin de semana, cuando su fecha oficial de salida era el 9 Junio del corriente año. El monto pedido por el grupo de hackers no fue gran cosa tampoco, pidiendo 50 Bitcoins (alrededor de 70 mil dólares al cambio actual). También cabe aclarar que la temporada no está completa sino que solo lograron filtrar solo 10 de los 13 capítulos que la componen. 

Desde el lado de Netflix la respuesta negativa vino con un análisis algo infantil del consumo de internet, donde se asegura que la gente hoy por hoy "prefiere ver sus series favoritas en sus televisores de 60 pulgadas en lugar de sus notebooks con pantallas de 15 pulgadas, escondidos en sus habitaciones". La claridad en el error de concepto en esos dichos solo deja entrever la falta de visión de los analistas que no pueden o quizás no quieran (para mantener sus trabajos) entender que hoy en día las computadoras son mucho más que una notebook de 15 pulgadas y que con extrema facilidad se puede conectar un proyector a una PC y obtener una pantalla de 300 pulgadas si se quiere.

Viene al caso también mencionar la comodidad que ofrecen los servicios de streaming, que al pagar una tarifa mensual que hoy en día equivale (a nivel mundial) a un simple almuerzo, se evita tener que buscar fuentes, subtítulos, videos de calidad, información y en el interín, llenarse la computadora de programas maliciosos. O al menos, eso es lo que la propaganda anti-piratería pregona desde hace unos años. 

Analizar los datos solamente de Estados Unidos, donde las medidas de control y censura de la navegación en internet están cada día más robustas, es otro ítem que solo demuestra el desinterés por asimilar que el mundo no es como los analistas lo quieren hacer ver. Existen rincones del mundo donde la gente quiere entretenimiento y por diferentes razones los servicios de streaming no son una opción. Sea por malos prestadores de internet o por restricciones de contenido por país, Netflix puede no funcionar en algunos lugares, y el "no pagar" para ver una serie es la primer opción.

Es probable también que la carencia de preocupación de Netflix devenga de que, a pesar de todas las formas de disfrutar contenido descargado, su negocio nunca vería una fisura económica por la filtración dado que los millones de suscriptores y público cautivo que tiene no decayó (ni decaerá) en estos meses, si no que sigue en aumento. Desde que demostraron que pueden crear contenido de calidad y no solo valerse de ofrecer contenido de terceros, Netflix se ganó un lugar importante en la comunidad internauta en busca de entretenimiento en forma de series y películas.

Si existe una gran cantidad de público acostumbrado al facilismo de presionar dos botones en el control del tele, que quizás nunca se enterarán de esta filtración, pero es ingenuo pensar que TODO el mundo es así. Ese público, que es mucho, seguirá pagando la suscripción. El público que se cansó de tener que buscar fuentes, terminará pagando algún servicio de streaming. Quienes no dependan de la computadora, también. Ese es el verdadero factor que Netflix debe leer entrelíneas cuando sucede algo así (que no es la primera vez), y que demuestra que los hackers que robaron el contenido no vieron el panorama completo. 

Quizás... y solo quizás, todo esto fue una cascada controlada de publicidad planeada por Netflix para subir un poco la popularidad de la serie, que en los últimos meses había caído, más que nada gracias a la falta de un trailer decente de la misma (solo se compartió un clip que no decía absolutamente nada continuando unos segundos después del final de la cuarta temporada). Por las redes sociales, un acontecimiento de esta índole, es noticia y hace ecos por todos los rincones, ergo, propaganda barata de alto alcance. 

Resumiendo para cerrar, la temporada ya es visible para quienes gustan y saben buscar. Y para los que no, la tendrán en la fecha estipulada en sus respectivos catálogos (que al final, todo el mundo tendrá que esperar para la temporada completa). Tampoco es que no tengan nada para ver... así que la preocupación del público debe ser tan o más nula que la de Netflix, quien demostró que no se va a dejar amedrentar por un grupo de niños-adultos en los sótanos de sus abuelas. :)

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